Bueno pues quedan casi horas para el final de la temporada
de pesca 2013. Aprovechando esta circunstancia ayer me acerque de nuevo al gran
río.
Por un accidente que provoco la rotura del puntal de la caña
que uso habitualmente, he tenido que tirar de fondo de armario.
Para ello elegí casi una reliquia de hace veinte años,
aunque se nota la evolución desde entonces de los blanks, a diferencia de otras
que tengo de estos años, en esta apenas es imperceptible, carga perfectamente y es una gozada en los
lances, con el gran punto a su favor de la altísima velocidad que imprimen a la
línea muchas cañas actuales, la cual carece esta caña, lo que permite percibir su calma.
Los acabados casi perfectos, a diferencia de otras series
actuales, que no sé donde las anillarán.
Otras cuestiones a su favor son el punto de alineación entre
los tramos, el corcho de la empuñadura parece recién estrenado, y el precioso
color azul con tintes verdosos.
Volviendo a la pesca, fue una tarde esplendida, con la
llegada de alguna nube alta que precede al frente que hoy nos afectara, con
escasa presencia de moscas en la superficie, pero con una pequeña imitación de
tricóptero, se fueron levantando algunas truchas. Pero como los pescadores a
mosca sabemos, se pasan mejores jornadas disfrutando del entorno, del lance, de
la deriva de la moscas,…, que sacando muchas truchas.