El crujir de las hojas recientemente caídas por la presión de mis botas sobre ellas, el silencio invernal interrumpido por algún canto aviar, es la sintonia que me acompaña.
De vez en cuando alguna bandada de ánades rasga el ambiente,
pero dura poco, pronto vuelve.
Como añoro las pasadas horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario