domingo, 29 de septiembre de 2013

Fin de la campaña de riegos



Una de las ventajas que tiene la segunda quincena de septiembre y la primera de octubre es la finalización de la campaña de riegos, que tan desastrosa es con nuestros cauces.


Pero en esta época la bajada del nivel permite acceder a zonas de los ríos donde era imposible en pleno verano, además de tener una temperatura en las aguas algo mayor, incrementando la actividad de las truchas.


Este es uno de esos ¿castigados? tramos, al que me gusta acercarme al final de la temporada.


Aunque estamos a finales de septiembre, las truchas se portaron, con una más que decente actividad en superficie.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Entre saltos

No hay nada más placentero en la pesca con mosca que se conjugue el entorno y la pesca, este es el caso, un cauce sin comparación, y abundancia de truchas.

 

La unión de un sustrato calizo, junto con el gran desnivel de la parte alta de este tramo, hace que se formen curiosas cascadas, además de generar cavidades bajo ellas, que permiten el refugio perfecto para las truchas.


La transparencia de las aguas,  junto con una ligera actividad de Isoperlas, hizo que la pesca en superficie fuera espectacular.


También aporta especial encanto la vegetación que te rodea, y parece casi abrazarte, formada por densos pinares salpicados de acebos, avellanos, tejos, chopos temblones,…, un tesoro forestal.



El virginal entorno lo es más debido a lo recóndito y escondido del mismo.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Dos buenos cotos.

Hacia mucho tiempo que no me decidía a ir a otras provincias de pesca, pero debido a las noticias que me llegaban de estos dos cotos, y aprovechando las fiestas locales, me he acercado a ellos.


Llegue a eso de las 11, pese al (aún) elevado caudal, la configuración del río permite, casi, vadearlo en toda su extensión.



Como es habitual se inicio una decente eclosión a eso de la una, y no remitió (aunque con altibajos), hasta pasadas las cinco.

Se notaba la selectividad de las truchas, supongo por la gran presión del tramo durante toda la temporada, ya que si se ha estado pendiente de los estadillos, se han agotado en la mayoría de los días hábiles.

Aun así logre llevar a la sacadera a dos buenos ejemplares, y la rotura (hay que hilar fino) por parte de más del doble.

La presencia de luna llena hizo que se prolongara el sereno hasta horas inusuales en esta época del año.

La siguiente jornada, en otro coto de ¿mayor renombre? , que el del día anterior, fue menos productiva, a primera hora fui buscando a las pintonas abajo, muy abajo, sin destacables resultados.



Durante las horas centrales se inicio una tímida eclosión, que se acentúo a eso de las cuatro, pero cesando apenas tres cuartos de hora después.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Un gran río

Un gran río lo es no por su tamaño, sino por la leyenda y truchas que guarda, este es uno de esos ríos, quizás el más grande de todos.


Mucho ha cambiado su población de truchas desde que lo pesqué por primera vez hace cerca de veinte años, pero pese a las circunstancias acaecidas, aún guarda en su seno la esencia de aquellos tiempo, que incluso se nota en el ambiente cuando te vas acercando a el.


Una de las cosas que han desaparecido eran las grandes eclosiones de insectos, pese a que se cerraba la temporada un mes y medio antes que en la actualidad, aún recuerdo aquellos memorables serenos.


Hoy en día hay que buscarlas abajo la mayor parte del tiempo, y en ocasiones muy, muy puntuales arriba. La jornada fue relativamente provechosa, pocas truchas aunque de buen tamaño.



El caudal era perfecto, al igual que el río, espero volver antes de que se cierre la temporada.



lunes, 9 de septiembre de 2013

Explendida jornada



Hay días, por desgracia pocos, en los que se unen un cúmulo de circunstancias que en su conjunto hacen una jornada irrepetible. Este fue el día de ayer.

 
 
Aprovechando una jornada más “liviana” en lo que a trabajo se refiere, decidía emplear el centro del día para acércame a un  tramo de río, que pese a su distancia, me ha ofrecido jornadas inolvidables.


Después de casi hora y media de coche, y un decente tramo andando llegue al río, como la actividad era nula, adelanté la hora de la comida, que como bien suponía, despues de las lluvias y bajada térmica, podría ser el momento.


 
Hasta las cinco de la tarde se fueron sucediendo esporádicas capturas y de pequeño tamaño, pero la cosa empezó a cambiar: una gran “caída” de hormiga alada color miel se avecinaba, la actividad fue en aumento, hasta una apoteosis final a eso de las siete y media, si alguien ha tenido la oportunidad de ver a TODAS las truchas de un río comiendo en superficie sabe a qué me refiero.