Hacia mucho tiempo que no me decidía a ir a otras provincias
de pesca, pero debido a las noticias que me llegaban de estos dos cotos, y
aprovechando las fiestas locales, me he acercado a ellos.
Llegue a eso de las 11, pese al (aún) elevado caudal, la
configuración del río permite, casi, vadearlo en toda su extensión.
Como es habitual se inicio una decente eclosión a eso de la
una, y no remitió (aunque con altibajos), hasta pasadas las cinco.
Se notaba la selectividad de las truchas, supongo por la
gran presión del tramo durante toda la temporada, ya que si se ha estado pendiente
de los estadillos, se han agotado en la mayoría de los días hábiles.
Aun así logre llevar a la sacadera a dos buenos ejemplares,
y la rotura (hay que hilar fino) por parte de más del doble.
La presencia de luna llena hizo que se prolongara el sereno
hasta horas inusuales en esta época del año.
La siguiente jornada, en otro coto de ¿mayor renombre? , que
el del día anterior, fue menos productiva, a primera hora fui buscando a las
pintonas abajo, muy abajo, sin destacables resultados.
Durante las horas centrales se inicio una tímida eclosión,
que se acentúo a eso de las cuatro, pero cesando apenas tres cuartos de hora después.