Pues parece que se acerca el otoño, aunque las hojas de los chopos y sauces aun presentan un vivo tono verde, ayer empezó a cambiar el tiempo, y parece que en días sucesivos se confirma la tendencia, la bajada de la temperatura estuvo acompañada de una considerable actividad tormentosa, aunque en la zona donde pesque cayeron solo cuatro gotas.
La primavera, e inicio del verano, extremadamente húmedos hacen
que a finales de agosto, los pequeños arroyos que alimentan al río principal,
aún mantengan agua.
El cambio en las condiciones atmosféricas hizo que la
actividad de las truchas, al principio abajo, y a última hora en superficie, se
viera incrementada en comparación con anteriores jornadas.
Además todo ello acompañado de un entorno espectacular, con
el río con un caudal más que decente, y el agua con una transparencia inusual.
Y alguna buena trucha llego a entrar en mi sacadera.