Pescando entre flores

Después de un generoso madrugón llegue a esté mítico río al poco de amanecer, por avatares de la fortuna llevaba casi cuatro años sin poder pescar este tramo.

La llegada no pudo ser más afortunada, tras algunos lances en la zona central del coto, justo aguas arriba de un puente, en una corriente de esta que dices: “esta tiene por lo menos un par de buenas truchas”, lanzo mi imitación de tricóptero, poco a poco registrando esos rincones, y uno de ellos da los frutos esperados, una gran trucha de cerca de 50 cm., promete mucho la jornada.

Pese al inicio prometedor, el día va poniendo las cosas en su sitio, pese a recorrer la parte alta del tramo, la actividad de las truchas es nula, alguna pequeña se mueve entre los cientos de lances realizados.

Con posterioridad a la comida la cosa cambia, en el centro del día repunta ligeramente la actividad con la aparición de escasas efémeras, manteniéndose así durante toda la tarde, esto permite ir sumando capturas.

Ya que duermo por la zona, me planteo el sereno en la zona final del tramo, la cual peino hasta que solo las luces del cercano pueblo me permiten salir del río, no he tenido el final de la jornada que me esperaba. 

A ver si en proximas temporadas puedo volver a disfrutar de este mítico tramo.