jueves, 25 de septiembre de 2014

Como antes

Recuerdo aquellos mediados de los ochenta cuando tuvimos en nuestras manos aquellas primeras cañas de grafito, que terminarían sustituyendo al "vidrio", que por cierto está volviendo.


Esta es una de cañas, relativamente corta, con respecto a lo que está en boga hoy en día, con esa acción parabólica tan característica, a la que cuesta adaptarse inicialmente, sobre todo después de haber estado pescando con cañas más potentes y rápidas, hay que ir marcando lentamente el ritmo de lanzado, muy cadencioso.


De los acabados sobrios, pero bien ejecutados, destaca el original remate en la parte superior de la empuñadura, el porta carretes de anillas, y el curioso sistema de unión entre tramos.



Otra experiencia de estas cañas es la lucha con el pez, esta es mucho más directa, más justa, parece que lo estás reteniendo con tu propia mano, no con la caña, es una experiencia sin igual "llevar a tierra" una gran trucha con este equipo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario