Pues ayer me despedí donde este año empecé mis andanzas por
los ríos de Castilla-La Mancha.
Lo cierto es que es un lugar encantador, y en otoño aún más,
los chopos, sauces, arces, avellanos,..., de sus orillas colorean el entorno de
manera magnifica.
La tarde se presentaba algo tormentosa, pero después de cuatro
gotas la cosa se estabilizó no nos permitió disfrutar de una agradable, aunque
fresca tarde, pero también limito, como se pudo comprobar, la salida de
hormigas que es tan habitual en este tramo por estas fechas.
A ver la próxima
temporada.
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