Como he comentado en alguna de mis entradas, a finales de
verano, cuando las aguas de nuestros ríos menguan, en algún caso en extremo,
este es uno de esos ríos a los que me acerco.
El importante manantial que lo alimenta, además de preñar el
lecho de vegetación acuática, la cual da cobijo a una importante cantidad de
macroinvertebrados, moluscos y crustáceos, le hace mantener un nivel más que
aceptable para estos tiempos de estiaje.
Aunque las truchas ya no son tan abundantes como hace
décadas, bien merece los kilómetros para acercarse a sus aguas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario