domingo, 4 de septiembre de 2016

Un río para tiempos de estiaje.

Como he comentado en alguna de mis entradas, a finales de verano, cuando las aguas de nuestros ríos menguan, en algún caso en extremo, este es uno de esos ríos a los que me acerco.
 

El importante manantial que lo alimenta, además de preñar el lecho de vegetación acuática, la cual da cobijo a una importante cantidad de macroinvertebrados, moluscos y crustáceos, le hace mantener un nivel más que aceptable para estos tiempos de estiaje.
 

Aunque las truchas ya no son tan abundantes como hace décadas, bien merece los kilómetros para acercarse a sus aguas.
 

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